COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

lunes, 1 de abril de 2019

UNA RODADA POR LA TIERRA DEL ELIXIR QUE NOS DA FAMA MUNDIAL




¡Hola! para todas las personas que conozco disfrutando mis pasatiempos e incluso para mis más cercanos, soy Henry.

Siempre me he considerado alguien a quien le gusta encontrar cosas que tener o hacer para divertirme, y últimamente buscando salud, me encontré con la bicicleta. Llevo algunos meses saliendo regularmente a pedalear para mejorar mi condición física, pero al ir mejorando ésta, me llegó la inquietud por hacer de esto no solo un fin, sino un camino para pasar bien el rato, conocer nuevos lugares y personas, y acumular vivencias.

Estas últimas semanas empecé a preguntar regularmente a amigos, dependientes de tiendas de bicicletas y a ciclistas sobre un grupo que hiciera rodadas y con los que me pudiera acoplar para no salir solo. La respuesta que me dieron todos fue “busca a los de Cámara Rodante”.

Pronto me puse a revisar en las redes su próxima salida, y me encontré con la convocatoria para ir a rodar a Tequila y su paisaje agavero. Lo primero que revisé fue el nivel para participar y la distancia a recorrer: principiante y pocos kilómetros. ¡Mis meros moles!
Luego del protocolo de presentarme y apuntarme a acompañarlos por el feis, preparé mi bicicleta y llegué al lugar y hora acordada para salir de GDL en caravana hacia la capital mundial del Tequila.

Calculé que podríamos ir unas 25 personas en unos 6 carros. A la hora acordada ya había reunidas unas 15 naves, en lo que alcancé a visualizar desde una bicicleta montada, hasta cinco arriba de los vehículos. Lo primero que noté es que era un grupo muy diverso en muchos aspectos, hombres y mujeres de todas las edades. Lo mejor de estos grupos es que es muy fácil encajar, y la actitud amigable de todos ayudó a que me sintiera cómodo desde el principio. Sólo me presenté con unos pocos, asegurándome de ubicar a quien encabezaba el grupo: Juan de Dios. Supongo que los más callados eran, al igual que yo, primerizos rodando con Cámara Rodante.

Desde la parte trasera de la caravana pude ver que fue ordenada y puntual. Llegamos a tiempo para salir a la hora dispuesta. Bajé mi bicicleta y busqué los portales. Gente en bicicleta saliendo de entre las calles en su bicicleta, con guantes, cascos y una sonrisota, fueron los que me guiaron  hasta el punto de inicio de la rodada.



Ya al empezar a pedalear éramos un contingente de casi 80 bicicletas, de todas las marcas y niveles, guiados por Ara de Cámara Rodante y Salvador, del grupo Roda Montes, ciclistas de casa, quienes nos guiaron por las callecitas de Tequila hacia el primer punto del paseo: Los Lavaderos. Durante el trayecto varios compañeros animaban al grupo a pedalear, nos grababan y fotografiaban mientras íbamos todavía peinados.



Luego de una plática sobre los lavaderos y su historia, continuamos, ahora ya agarrando tierrita, cruzando vías del ferrocarril y dando los buenos días a los tequilenses que se asomaban divertidos a ver el gran colorido grupo de entusiastas que éramos. Poco a poco nos adentramos en el paisaje café y verde de los agaves. Montones de plantas que fácilmente me las pude imaginar convertidas en unos tequilas con sal y limón, que cada vez se me antojaban más, ya que el Sol nos dio la bienvenida con unos pocos más de 30°C que se empezaban a sentir como 40.



Pronto nos dimos cuenta de que estar rodeados de plantas con espinas tendría sus inconvenientes. En un tramo de no más de diez kms. sufrimos no menos de diez ponchaduras, incluida una de mi bicicleta. Ahí me di cuenta de dos cosas realmente importantes, la primera, que es necesario cumplir los requerimientos de equipo y seguridad, y la segunda, que realmente nadie se queda atrás. Esperamos hasta que todos estuvieron listos para continuar y siempre hubo alguien dispuesto a ayudar. El paisaje lleno de agaves, nosotros y las montañas al fondo, realmente valió la pena. La rodada en general no fue complicada, sin tramos técnicos o subidas muy demandantes.

Ya luego de algo así como tres horas, acalorados y con sed de la mala, llegamos a los ¡prometidos cantaritos! Visita obligada en la tierra del elixir que nos da fama mundial. No sé cómo nos vieron llegar, pero desde afuera vi un montón de bicicletas forrando todo el exterior del lugar y más de alguno nos hacía preguntas sobre nuestro paseo, la ruta y de dónde veníamos. Ahí pudimos refrescarnos un poco, algunos revisaron sus bicicletas y todos, compartir nuestras experiencias a lo largo de la mañana.



Nada más ver el fondo del jarrito, volvimos a nuestras posiciones en nuestros potros a fuera del lugar y nos dispusimos a retomar la travesía, que consistió en otros varios kilómetros a través del campo en los alrededores de Tequila, cuidando siempre que el grupo se mantuviera compacto y nadie se rezagara.

Para concluir, dimos el último estirón, en mi caso ya con la poca pila que me quedaba hasta el lugar en que dejé mi auto. Paré el contador en los 28 Kms. con un desnivel positivo de 326 mts. en 5 horas 15 minutos. Mi regreso fue sin contratiempos y llegué a GDL a la hora en que me dijeron que terminaríamos, tipo 3 de la tarde. Muy cansado y divertido.

No tuve oportunidad de presentarme con todos, ni de agradecer a los integrantes de Cámara Rodante, pero aprovecho este espacio para hacerlo. Muchas gracias por todas sus atenciones, un gusto conocerlos.

Soy Henry y nos vemos en la próxima!



Crónica por: Henry Rosnovski

No hay comentarios:

Publicar un comentario