Esta mañana Roberto Antillón volvió a recordar su infancia al subirse a una bicicleta y que desde hace 17 años la había dejado. Se quiso unir también a Cámara Rodante pero para darle la oportunidad de reencontrarse con su "bicla" decidimos llevarlo a la Vía Recreactiva para que tomara confianza.
Ahí se le veía miedo al andar pero poco a poco lo fue perdiendo y se hizo dueño del camino, nunca miró hacia atrás y como cualquier niño que estrena una bicicleta, en su rostro reflejaba una gran sonrisa como diciendo: ¡Prueba superada!
Por Carlos Ibarra
saludos a roberto que tuvo un caon maestro!
ResponderEliminar