OTRA CRONICA MAS DE LA RODADA DEL AGAVE Y LA CAÑA..... POR MONICA GOMEZ.

Cuando recibí la invitación para la rodada agavera me pareció súper interesante y más aún cuando cheque los detalles técnicos del recorrido, realmente me anime más al leer que era para principiantes (pero cuando bajaba el cerro pensaba que había leído mal y peor cuando intente subirlo, ni les digo en que familiar de Carlos Ibarra pensé jaja) En fin, de cualquier forma no me podía clavar mucho en la idea de ir a la rodada, porque gracias a mi ex patrona me quede sin bicicleta (no me la robo, eh). Pero afortunadamente tuve el placer de charlar con algunos de los miembros de Cámara después del World Naked Bike Ride y resulta que al final de la convivencia tan amena y sana ya tenía a mi disposición dos bicis, ya hasta tenía el lujo de escoger, así que el sábado ni como desvelarme.

Llego el domingo y pues a prepararse para la partida, esperando que no olvidaran mi transporte, llegue como a barrer la entrada del Parque Alcalde, lo bueno que no la iba a barrer sola, ya estaban dos victimas más de la rodada ahí, a propósito a provecho este medio para agradecerle a Julio e Irma el aventón a Arenal, me desaparecí como chacha, ni las gracias di.... Llegaron todos y ahora si rumbo a Arenal....



Comenzamos a rodar y oh sorpresa el paisaje era maravilloso, el clima agradable, el camino accidentado, el asiento de la bicicleta prestada medio grosero y oh sorpresa nuevamente, cero conocimiento de la misma bici, la primera hora de la rodada me la pase bajando a todos los santos para no darme en la m•$%” por la obvia razón que no estaba familiarizada. En fin, después de esa catastrófica hora comencé a disfrutar del paseo, en verdad era hermosa la vegetación, el respirar aire libre de contaminación, el ver los rayos sobre los agaves, los árboles, ufff fue mágico.

Cruzando la Cortina de la Presa. from Eduardo Domínguez on Vimeo.

Todo iba súper bien, hasta que tuvimos que jugarle al equilibrista al cruzar la presa de agua verde radioactivo, a lo lejos pensamos que solo se trataba de chacoteo pero al acercarnos nos dimos cuenta que los machos del paseo estaban pasando las bicicletas y posteriormente pasaríamos todos los demás, algunos haciendo un esfuerzo extremo para vencer el vértigo, otros más tranquilos, pero igual se logró el cometido, que era cruzar.



Después de eso comenzaron las bajadas, digo son divertidas, pero definitivamente si es importante conocer la bici en la que andas... Seguimos rodando llegamos a un río padre, pequeño pero bastante fresco, tomamos fotos y más adelante había más agua, donde era una hazaña pasar montados en las bicicletas, algunos aprovecharon para darse su remojón y refrescarse, otros para descomponer sus celulares y que en sus trabajos les renovaran equipo, otros con todo el estilo nos quitamos los tenis, calcetines, nos arremangamos los short y pasamos con todo glamour.



Pero lo bueno venia más adelante, el río, ahí si todos preparados decidimos remojarnos (bueno en realidad no me pidieron mucha opinión a mi, pero igual agradezco la refrescada... con el agua, eh) la mayoría se animo a meterse y otros tantos pues les dio miedito. Y ahí se terminaron las novedades, para mi sorpresa y pesar de mi condición física, regresamos por donde llegamos, es decir, que tuvimos que subir por aquella pronunciada, ahora vista desde el otro lado,,, subida, uf, creo que solo subí hasta la primera curva, cuando sudada, ya seca y sin ilusiones voltee a ver hacia abajo y apareció lo que para mi era un ángel en cuatrimoto, le hice la seña de que quería rait, haber si pegaba y qué creen? que pega, subió mi vehiculo y a mi en la parte trasera, así todo comencé a verlo diferente, si señores, lo reconozco hice trampa, pero bueno, esa rodada para “principiantes” me sirve para seguir ejercitándome y prometo la próxima no hacerlo.



El regreso realmente si estuvo ligero, pero no menos hermoso. Llegamos a donde partimos y cada quien tomo su camino. Gracias a los guías de Arenal, a Cámara Rodante, al apoyo de los más experimentados en rodadas, al respeto y compañerismo de los que forman parte de este grupo y a la chava que se quedo con mi blusa mojada.

Por Mónica Gómez
Cámara Rodante