
El domingo sería mi primera salida con CAMARA RODANTE, después de seguirlos en el blog desde hace unos dos meses, empezando por la ida a TOBOGANES en la Primavera, después a las salidas a lugares como Atemajac de Brizuela y su cierre con una tremenda comida con Borrego, Colimilla (corregir en caso de error) y la Presa de Valencia, no podía dejar pasar una más y ahora en Chapala-Jocotepec sería como volver a vivir mis paseos con mi papá y mi Chapulín ´70, por el entonces malecón afuera del famoso restaurante el BEER GARDEN, que, por supuesto es muy diferente ahora.
Resulta que el sábado, después de preparar lo que creí necesario para no tener complicaciones con mi bicicleta en mi escasa experiencia en reparaciones o ajustes, terminé por ir a dormir temprano, situación que ya estaba siendo costumbre por mis salidas a La Primavera en los últimos 3 meses, aunque el sentimiento era ahora muy diferente, creí que sería como cualquier noche anterior a la pedaleada, pero no, pareciera que al día siguiente tomaría un vuelo, el más excitante en años para algún lugar que no conocía.
El nerviosismo me hizo regresar en el tiempo de tal manera que aquella bicicleta anaranjada dio tantas vueltas en mi cabeza que no pude conciliar el sueño y cuando al fin lo logré, soñé con bicicletas por todas partes.
A las 7 am en punto sonó el timbre del despertador de mi teléfono y casi me vuelvo a dormir, pero mis ganas fueron mayúsculas e inicié los preparativos últimos para salir a las 8 en punto. La cita era a las 9 en el supermercado en Chapala, como a las 8:20 tomé la carretera después de transitar por el periférico desde López Mateos, ya había ciclistas con sus equipos de ruta, unos solos, otros en grupos y pensé si alguno de ellos sería de mis nuevos próximos amigos de CR. Pensando que iba tarde por la hora, me di prisa y llegué minutos antes de lo programado.
Ya estaban ahí algunos, la mayoría ya con su equipo en el piso, otros preparando las ruedas, midiendo la presión del aire, uno más limpiando apenas las estrellas de los cambios traseros antes de montarlos en la bicicleta.


Después de la foto oficial, salimos rumbo al malecón de Chapala tomando antes la salida a Ajijic a donde llegamos primero. Visitaríamos todos los malecones de ese lado de la Ribera del Lago y el último sería el de Chapala y por supuesto ya empezaban las bromas acerca de los “malecones” que si son los amigos de fulano, que si también aquí los conocían y así. Fue entonces que descubrí que el ambiente era lo que yo esperaba, de mucha camaradería, sin restricciones exageradas ni cosas que limitaran el disfrute de cada uno.

Ahí hubo un incidente leve de una ponchadura de alguien, pensé, debo ayudar o por lo menos ver cómo es que se cambia o se repara una llanta, sin embargo en lo que lo pensé de inmediato corrieron bajo un árbol a reparar y fue de tal forma que yo no supe ni dónde ni cómo lo hicieron.
Salieron las cámaras a tomar las mejores fotos del grupo, unos no llegaban aún a su lugar en el grupo de “artistas” ansiosos por verse en aquellas el mismo lunes, levantando las manos para decir: “…SI, soy yo, si vine, ese de la mano con la seña de Rockero soy yo…”
De inmediato salimos rumbo al siguiente punto en el camino: el malecón de San Juan Cosalá. Igual que el anterior, totalmente remodelado, limpio, excepto por los vidrios de botellas que estaban regadas por toda la entrada; inteligentemente, uno del grupo, se detuvo a dar aviso a los que íbamos llegando para disminuir la velocidad y en algunos casos, poner la bici en alto para evitar un mal rato. De nuevo las cámaras y la foto oficial del lugar, igual que en el anterior, alguien faltaba y de nuevo se tenía que tomar.
Salimos entonces rumbo a nuestra última parada de ida: Jocotepec y su malecón, la velocidad con la que avanzamos fue moderada, a nadie le importaba si lo rebasaban o no, la idea era disfrutar el paseo y el paisaje. Cuando llegamos me sorprendí de la forma como lo tenían arreglado, no conocía la parte por donde entramos con su pequeño parque acuático, las figuras de piedra, los jardines, canchas de futbol, el estado de los andadores.

Ahí ya el hambre hacía estragos con la mayoría y de inmediato buscamos alguna fonda, lo primero que pidió la mayoría fue la famosa Nieve de Garrafa, en ese sitio se acumuló la mayor parte del grupo y algunos nos fuimos a buscar algo para desayunar. Había desde “escamochas” de fruta picada, papas fritas, lonches, hamburguesas hasta menudo y pozole, fue precisamente en ese sitio donde tuve contacto verbal con algunos de mis nuevos amigos, en el desayuno.
A la hora señalada, nos pusimos en camino de regreso, no sin antes cantar como 5 veces las mañanitas a la misma persona, o a diferentes, no alcanzaba a distinguir esto porque estábamos lejos de los canticos, de todos modos, a quien haya sido MUCHAS FELICIDADES..!!!
Por fin llegamos a Chapala, después de una muy amena charla con Carlos, quien me explicaba la filosofía de CAMARA RODANTE, el tiempo que llevaba el grupo y contestando a todas mis preguntas que con emoción le hacía. Cuál fue mi sorpresa que en esa charla, sabiendo que era la primera ocasión que rodaba con ellos, me preguntó si podría hacer la reseña de esta pedaleada, a lo que le respondí que sería un privilegio hacerlo; habiendo leído las anteriores, temí no hacerlo atinadamente pero por otro lado dije,”… ¿eso querías no? Ahora te aguantas y como salga...”
Ya en Chapala decidimos el lugar donde comeríamos, escogimos un restaurante frente al lago donde pasamos una excelente tarde, tuve contacto con otras compañeras y compañeros y hubo quien hasta se animó a cantar, por cierto muy bien, en mi punto de vista, el grupo musical les quedó chico a nuestros amigos.
Una vez finalizadas las audiciones y la comida, dimos por terminada la rodada, muy a mi pesar, ya que hubiera querido otros 20 kilómetros de excelente ambiente de camaradería. Unos nos fuimos al supermercado por nuestros vehículos, otros pocos se fueron directamente como habían llegado: a Guadalajara en bicicleta…
Para finalizar esta larga pero sincera exposición de lo que viví con ustedes, amigos de CR, quiero agradecer a todos y cada unos de los participantes en esta pedaleada el haberme mostrado otra faceta de este hermoso deporte llamado CICLISMO. Seguramente nos encontraremos el próximo domingo nuevamente. Con mis saludos y emoción, les deseo una feliz y muy productiva semana…
MEMO PRADO
CAMARA RODANTE
Excelente cronica, felicidades :)
ResponderEliminarMe hiciste recordar mis tiempos con mi primer bicicleta, que fueron increibles.
Saludos
Edgar Fidalgo