Vamos a la rodada del domingo que te parece? Son 52 kilómetros y es para novatos, le comente a Alejandro, mi amigo y compañero de rodadas. Acepto y también se nos unió Cesar, un compañero del trabajo. Así quedo la cosa. El sábado por la tarde Alex me llama diciéndome que compraría las cámaras para el paseo y que llenaría los formatos para confirmar nuestra asistencia. “Mañana llego a tu casa a las 630 de la mañana”.
Domingo 6 de la mañana a pedalear se ha dicho, salimos más tarde de lo previsto, pero nos confiamos ya que solo teníamos que llegar al tren ligero para trasladarnos al lugar reunión, el templo de El Refugio, Alejandro al llegar a mi casa ya llevaba recorridos 4 km y hacían falta 3 más para llegar a la estación de periférico norte. Llegamos a la estación faltando 10 minutos para la hora de partida, obvio estábamos a tiempo para llegar puntuales a nuestra primera rodada con Cámara Rodante, obvio es domingo y día de vía recreactiva no hay ningún problema en subir nuestras bicicletas, jaa eso pensamos pero no nos dejaron subir ya que el reglamento dice que el abordar con bicicletas es a partir de las 8 de la mañana, claro eso es una completa ¡”#$&%/@ (ya que a esa hora el tren va casi solo). Nos volteamos a ver y se podía notar en nuestras caras la expresión de ya valió. No permitimos que el ánimo callera y comenzamos a pedalear rápidamente para que no nos dejaran, 6 km más y de subida para calentar pulmones.
Llegamos a las 7:05 y aun no partían que gran sorpresa. Ajustaron los últimos, la foto del inicio, nos explicaron los últimos detalles y la ruta a seguir y ahora si partimos hacia nuestro destino “el kínder” en la primavera. Comenzamos con una velocidad tranquila lo que nos hizo pensar que el paseo seria así en su totalidad.
Al tomar av. Juárez, Bochis, uno de los integrantes comenzó a tener problemas con su bicicleta y tuvimos que hacer una pausa justo frente a un conocido lugar de venta de bicicletas, esto nos dio la pauta para poder adelantarnos a comprar agua y galletas. El paseo continuo pero la bicicleta de bochis aún tenía una fuga de aire, y de nuevo paramos esta vez en una de las fuentes de Chapultepec, Era necesario cambiar la cámara, gracias a las habilidades de James Tomcat y la ayuda de algunos compañeros la llanta se reparó, me sentí en los pits jeje, el paseo seguía su curso subiendo por Chapultepec hasta tomar av. Mariano Otero, el primer puente del paseo pero lo superamos sin ninguna adversidad, teníamos algo pendiente con este puente, hasta aquí todo tranquilo no eran calles que no hubiéramos rodado antes.
A lo largo del trayecto se incorporaban más compañeros y el paseo seguía siendo un tanto light, al continuar la marcha nos encontramos con la vía recreactiva que está a lo largo de mariano otero y aquí el segundo puente, el grupo se comenzó a separar un poco hasta llegar a la ciclovía que nos llevaría a la primavera, todo se veía normal pero, no la ciclovia es engañosa y cansancio ya era evidente pues a seguir rodando cuesta arriba y aquí el grupo se separó aún más. Alex y yo tomamos la punta pero poco nos duró el gusto ya que Omar un pequeño ciclista nos dejó atrás rápido y después Alex se fue quedando atrás, hasta que el abuelo me alcanzo y también me dejo. Llegamos por fin a la entrada del bosque la primavera, yo ya estaba cansado hasta aquí 26 km recorridos pero todo cuesta arriba lo que nos cansó más y faltaba la mejor parte la montaña.
Ya solo son 3 kilómetros más nos dijeron y llegaremos al kínder ok a darle duro que tanto es tantito un poco más, algunos nos fuimos adelantando, siguiente punto de reunión el 8½ vamos. Una subida más pero esta vez empedrado al mal paso darle prisa vaya que costo y mis piernas lo resintieron, vino el primer calambre no quería detenerme pero era necesario, descanse unos momentos y lo que me agrado bastante es que los ciclistas que van pasando te dan ánimos de seguir adelante y sacas las fuerzas para continuar y así conseguir llegar al punto de reunión, el pensar en la adrenalina de bajar me mantenía animado, continuamos hasta estación bicicleta y justo lo que estaba esperando, las bajadas, nos dieron las indicaciones necesarias y adelante al infinito y más allá ,que grandiosa libertad al bajar y no escuchar más que el ruido que emites al romper el viento.
Llegamos al kínder y mi piernas volvieron a dar de sí, al cabo de unos minutos el dolor se disipo esperamos a que el grupo se compactara y nos quedamos un rato ahí admirando el paisaje libre de smog, hasta aquí me cuestionaba un poco si en verdad el paseo era para novatos yo creí que estaba listo porque los kilómetros no eran tantos y ya los había recorrido anteriormente, pero el ánimo no decayó y ooo hay que subir lo que ya bajamos la cuestión era por el camino soleado o por el bosque.
Comenzamos el regreso, la hermosísima nos espera un camino entre arboles con muchas bajadas y muchas subidas y aquí fue donde vi mi suerte pues el cansancio de mis piernas me imposibilitaba continuar, se me hacía eterno un dolor muy fuerte pero lo conseguí salí de la hermosísima, y continuamos el regreso, el cual me mantenía temeroso pues con todo el cansancio acumulado aún tenía que pedalear hasta mi casa ya que si no me dejaron subir al tren antes de que comenzara la vía mucho menos después de que terminara. Y aquí lo más emocionante del paseo las subidas tan pronunciadas (al menos así las vi yo) ahora eran súper bajadas y como por arte de magia los calambres se disiparon y una vez más a romper el viento a toda velocidad que al final nos esperaba el premio mayor, hasta aquí debo felicitar a los compañeros más experimentados de cámara rodante que siempre están atentos a la seguridad de los miembros del grupo y dispuestos a brindar el auxilio necesario y siempre fieles a su filosofía, sin dejar a nadie atrás.
El momento del descanso llego por fin y nada mejor que un buen premio, unas cervezas y un delicioso lonche de chilaquiles y la armonía y compañerismo del grupo que no dejo de sentirse. El regreso estuvo más tranquilo pues solo había que bajar y bajar y a pesar de que esto no demandara tanto esfuerzo mis piernas ya no podían más, pero no me daría por vencido.
Así como los integrantes se fueron uniendo a lo largo del trayecto de inicio, se fueron separando hasta quedar un grupo más pequeño que el que salió y siempre unidos sin dejar a nadie a la deriva. Me tuve que despegar del grupo y continuar mi camino a casa con la satisfacción de una gran rodada que espero poder repetir. Pero una pregunta sigue rondando mi mente, ¿rodada para novatos? Jajajaja.
Felicidades Cámara Rodante son una gran familia, un paseo de 10.
Por Germán Alonso.
Cámara Rodante
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