Después de un buen café y arreglar todos nuestros ajuares, nos decimos a salir, será en Soriana, preguntó Carmen, creo que vamos tarde contesté, mejor vamos al templo, ok.
Llegamos al punto y porque no, pasamos a saludar al Patrón (Jesus) para encomendar a todo el grupo y que fuera un paseo sin nada que lamentar.
Llego Pedro y comenzaron las indicaciones, sobre todo porque fue una rodada de “Novatos” y gran sorpresa, pudimos ser testigos de cualquier cantidad de caras nuevas, es lo que en esas ocasiones vale la pena, el seguir integrando a gente nueva y decidida a emprender nuevas aventuras.
Copala para allá vamos, está por demás decir que es una de nuestras rodada consentidas, que tiene unos paisajes memorables, con subidas de mucho requerimiento y con bajadas repletas de adrenalina pura.
Nos arrancamos y la primera indicación fue hacia la primer bajada, que comprende tanto terracería, pavimento y por último algo de empedrado, llegando pues al rio, para seguir con una muy buena subida antes de llegar al pueblito de San Esteban para hacer una re agrupación.
Continuamos así hasta llegar la nopalera, cruzando dos de las puertas de corral para encontrar el más famoso de los miradores que conocemos y tomar la gran foto; hicimos pues otra parada obligada, invitando a todos y cada uno de los participantes a ser parte de del gran recuerdo.
Salimos indicó Pedro nuevamente a rodar, ya que después de haber subido la última cuesta, ya estábamos recuperados, seguimos pues, hacia la tan esperada tiendita, para degustar de bebidas con la temperatura indicada por cualquier experto en ciclismo, refrescos, aguas, sueros pero sobretodo una cerveza a 4 grados bajos cero que rehidrata hasta el más sedientos de los camellos y acompañarlo con un sándwich de jamón preparado al momento y sentados a nivel banqueta, “ Que delicia “.
Después de unos 20 minutos y esperar al último participante acompañado del siempre atento “Maromas” decidimos a arrancar para nuestra última parada con el ” Cuetero” para reagrupar de nuevo y emprender la última de las bajadas con mayor adrenalina para llegar a Rio Blanco.
Reagrupando nuevamente y decidir que el ocaso de la aventura estaba en puerta, decía mi abuelo, “ El Placer no tiene fin” y este se aproximaba a pasos agigantados, teniendo de frente el camino a Las Cañadas que marcaría el final de nuestra gran aventura.
Gracias a todo el equipo de Cámara Rodante por permitir y seguir siendo parte de estas grandes aventuras, pero sobre todo a toda la gente que por primera vez se decide a acompañarnos, sigamos adelante, pedaleando y disfrutando.
Crónica por José "Bochis" Cortes
Cámara Rodante
Una ruta muy divertida, con zonas demandantes y técnicas, con paisajes que no te imaginas que puedan estar tan cerca de la zona metropolitana, eso si la palabra "novato" quedo un poco corta y no por la cuestión técnica pero si física ya que son bastantes km. que considerar andando en terraceria, varios si lo tomaron literal y las muestras de cansancio no se hicieron esperar subiendo a la nopalera jajajaja.
ResponderEliminarGracias por el recorrido y muy buena organización.