COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

martes, 2 de julio de 2019

CON SED, PERO CULMINÉ LA RUTA EXPLORATORIA



Por diferentes motivos, después de cuatro semanas sin rodar, aparece la convocatoria de CÁMARA RODANTE, “A rodar a la Ruta Exploratoria”. Pensé: que mejor oportunidad de empezar de nuevo y más tratándose de una ruta nueva. La hora de la cita fue a las 7:00 am cerca del poblado de la Venta del Astillero. Nuestro grupo de tres interceptamos al contingente guiado por José Larios en Tesistán, uniéndonos a este para comenzar la aventura.

El clima no podía ser mejor, estaba fresco, pues había llovido en la madrugada. El guía giró las instrucciones y pormenores de la ruta y partimos con rumbo a Palo Gordo por un camino que ofrece, en su primera etapa, preponderantemente subidas acompañadas de planos cortos que saben a gloria y ayudan a la recuperación; después, la topografía cambia y nos acompaña una demandante subida que te hace dudar si estás en el deporte correcto. La vegetación va cambiando, se hace más espesa, engañando a los sentidos para que no te des cuenta que te vas esforzando. La cuesta por fin termina y reagrupamos, el guía Indica que nos llega un regalo, puro camino de bajada hasta Palo Gordo.



Mi dotación de agua se había terminado e ingenuamente creí que en Palo Gordo reabasteceríamos, error, solo lo pasamos de largo. Se acabó la fresca mañana y el señor sol dejó sentir su fuerza. Comienza un diálogo interno, “¿por qué no dosifiqué mi dotación de hidrantes?, ¿y si me deshidrato, de aquí cómo me sacan?”. Entre estos pensamientos y lo hermoso de la sierra que a cada kilómetro iba cambiando su vestido, el guía nos preguntó si alguien necesitaba agua, sacando de su mochila una botella, sólo acepte un chorrito pensando que otros estarían en situación similar.

La naturaleza no se mide y te regala su belleza, las fuerzas se renuevan, las piernas lo sienten y empujan, giran, equilibran.

El recorrido continuó cuando llegamos a otro descenso y ¿que pasa? huele a humo, entonces me percato que las balatas se habían sobrecalentado, nada de qué preocuparse, al no haber ya descensos y no utilizar los frenos todo volvió a lo normal.

Otro regalo fue encontrar agua cuando no lo esperabas, la lluvia se depositó en los cuencos naturales de las rocas, donde algunos llenaron sus ánforas. En esta etapa de la ruta donde la energía mengua y el camino solo ofrece cuesta arriba recapacitas y te dices: “¡ah! ya sé por qué marcaron la ruta para AVANZADOS”.



Esperando a un ponchado aquí y otro allá, ya descansaste y cuando menos piensas, ya estas en el río refrescándote y más tranquilo sabiendo que sólo te faltan 3 km de ascenso y otros 5 de descenso y por carretera.

Gracias por su apoyo compañeros de rodada, a nuestro guía José Larios y a Cámara Rodante.

Crónica por: Cristobal Damian Sandoval Villegas


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