Recibí la invitación de mi hermana para salir a rodar con el grupo de Cámara Rodante, ella había ido en varias ocasiones con ellos. Primero dudaba porque mi bici no estaba apta para salir, pero en unos días le hicieron unos arreglos y estuvo lista. Me mencionó que la ruta del domingo 1 de marzo sería al poblado de Mezcala, 55 km ida y vuelta, pensando en mi falta de condición dudé en ir, porque desde hace meses que no hago ejercicio; me dije a mi misma: “es mucho, no vas a poder”. No muy convencida, me fui con ella a dormir para salir el domingo muy temprano.
Y llegó la noche, no pude dormir varias horas pensando en cómo sería el trayecto, en cómo me sentiría, si aguantaría, si llegaría. Llegaron las 6 de la mañana y estaba nerviosa, aún así prepare mis cosas, hice unos sandwiches y nos fuimos. Llegamos temprano a Chapala, preparamos nuestras bicis y salimos.
Primeramente fue empedrado con algunas subidas, después llegamos a una brecha, el camino era cómodo, amplio y los paisajes de alrededor me encantaron, hasta mitad de camino me pareció que todo iba bien porque solo eran algunas subidas, hasta que unos kilómetros antes de llegar al poblado, llegaron varias las subidas más largas, el calor era mas fuerte, ademas de que me llevé una blusa gruesa, por eso resenti más el calor.
Llegó un momento en el que paré a tomar agua, ya estábamos en la parte alta de los cerros, era un mirador; desde ese lugar se podía ver el Lago de Chapala, una vista muy bonita. En ese momento que estuve tomando agua llegó James y Juan de Dios, los guías que venían atrás cuidando al grupo, y me ayudaron a continuar dándome tips de como tomar las subidas, sentía que iba a llegar muy cansada al poblado, algunas subidas las pasé caminando y algunas subía con la bici, pero lento, me estaba sintiendo cansada.
Desde donde estábamos se podía ver el poblado, estábamos cerca, solo quedaban algunos kilómetros, me fui a mi ritmo y llegué!!. Llegando al Poblado rentamos una lancha y fuimos a la isla de Mezcala, donde hay fortificaciones de la época virreinal, muy interesante la historia, y unos árboles muy bonitos. De regreso ya estaba más recuperada pero aun así guardaba mi energía y me fui a mi ritmo acompañada y recibiendo tips de los guías de Cámara Rodante, James y Juan, les agradezco sus consejos y su acompañamiento. Seguro vuelvo a ir.
Al final terminé cansada y con hambre, pero feliz de haber terminado mi primer recorrido. Después del recorrido nos fuimos a comer a un restaurante de Chapala. =D
Crónica por: Ana Paula Echeverría Durán
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