En esta cuarta rodada de novatos, desde un día antes emocionados de repetir esa ruta dejamos todo listo para llegar temprano al punto de encuentro en El Arenal, nos preparamos para después comenzar con emoción a rodar sobre la carretera rumbo al lugar conocido como el Castillo, siempre con mucha precaución y cuidándonos unos a otros.
Después de la respectiva foto, comenzamos a rodar rumbo a la terracería, cruzando calles habitadas donde había niños que emocionados y sorprendidos miraban pasar a tantos ciclistas.
Llegamos a una bajada pronunciada para cruzar un arroyo seco, donde parecía muy técnica, al principio impotente, que fue superada en el segundo intento, animados y apoyados por todo el staff que siempre atento nos da ánimos y seguridad de hacer los intentos que sea necesarios.
Después llegó la ocasión de cruzar el rio caliente, disfrutando el agua que llegó a media pantorrilla, Sergio con un poco de nervios recibió los gritos de animo de todos los compañeros para que siguiera pedaleando y cruzó sin ningún inconveniente, pude ver en su rostro una gran satisfacción de haberlo logrado.
El llegar al mirador, fue un gran reto cumplido, con más energía que el año pasado, y con gran orgullo puedo decir que ¡sin bajarme en las subidas!
Antes de llegar al basurero había una subida muy pronunciada y demandante por la hora, donde el sol pegaba fuerte, pero mentalizados en poder llegar a la meta con gran determinación. Me tocó sufrir de una ponchadura, y sin dudarlo varios compañeros se detuvieron a ayudarme con gran entusiasmo, del cual quedé muy agradecida.
Nuevamente nos unimos en familia a estas rodadas de novatos, las cuales nos dan la oportunidad de impulsar a nuestro hijo Sergio a disfrutar de este deporte tan gratificante donde el reto es con uno mismo, y tan chido y divertido como dice Sergio.
Eliana Flores
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