COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

lunes, 29 de abril de 2024

Y SE LLEGÓ EL DÍA DE LA RODADA: TALA, IDA Y VUELTA


Preparándonos para este día esperado. El domingo 28 de abril para rodar ida y vuelta a Tala por Obsidianas, por el Bosque La Primavera. El día previo checando la condicion de la bicicleta, y lo necesario para salir sin problema, ya que la ruta seria demandante y por lugares pintorescos del bosque de la primavera, pero que a la vez no se tendría a disposición nada que no se llevara en la mochila por algun imprevisto. 

Llegamos al punto de encuentro a las 6:45 am y tratandome de comunicar con Joaquin, el guia de la rodada, sin haberlo previsto le mandé  mensaje para contactar el punto real.  Me llamó la atencion que no recibía respuesta, y nunca me percaté, hasta la tarde del termino de la rodada, que mi celular tenía problemas con el sim, por lo que tome mis cosas y monté bicicleta y me dirigí a la caseta de acceso, en Los Postes, como se indicó en la convocatoria y en efecto ahí estaban ya reunidos varios compañeros y joaquin  el guia. Con un saludo nos ubicamos todos y en espera de más compañeros de rodada, esperamos 5 minutos más y arrancamos en un grupo de 9 personas hacia el 8 ½ indicándonos que ahí parariamos para reagrupar. Seríamos un total de 12 integrantes. 

Arrancamos por el camino principal hacia el inicio de la ruta de Obsidianas, como toda condicion con un poco de nervios y un buen clima aun fresco que nos invitaba a rodar, nos adentramos a la ruta de obsidianas y empezó  la vista de paisajes del bosque de la primavera, que bien valió la pena. 

Comento que actualmente ruedo en bicicleta de ruta y tenia rato de no hacerlo en montaña, ya que al iniciar el descenso los nervios me llegaron en cuanto a la condicion del camino, debiendo  estar muy atentos a toda condición que pudiera afectar.

El guia de la rodada estuvo al pendiente de todos los ciclistas participantes iba y venía, o en su caso tomando fotos y videos del camino y dando ánimos siempre. 

Al término de la ruta de obsidianas paramos la marcha y se platicó las opciones posibles para continuar rumbo a Tala,  aquí se nos hace el comentario por parte de Joaquín que el regreso sería por esta ruta, upsssss el regreso….., se decidió hacerlo por el lado del vivero  considerándose por este lado que habría puntos donde nos tendriamos que bajar de la bici por cruce de riachuelos. En lo personal no habiendo problema ya que era parte de la ruta. 

Al llegar al paraje del vivero, se detuvo la marcha para consultar a los ciclistas la ruta a seguir.  Si nos mojabamos poco o rodeabamos para cruzar por un lugar seco. Aquí la hojarazca del bosque cubría los caminos y al ser tanta, daba un poco de nervio, pero al estar acompañado de ciclistas con experiencia en la zona, solo fue cuestión de tiempo para cruzar sin problemas y continuar con la travesia. 

Esta vez hacia el rumbo del rostro del mono por camino con todas las condiciones que son parte de una buena rodada, ascensos, bajadas tranquilas y otras un poco más tecnicas y siempre estar al tanto en las hojarazcas ya que siempre guardan secretos que hasta no estar ahí lo sabes como lo es una piedra oculta, una sanja, un bache pero con la actitud. 

Continuamos el grupo siempre compacto y fuerte, llegando a la piedra del rostro del mono, hicimos parada para la foto del recuerdo, rehidratacion y algo de lunch ya que se comentó que el objetivo, que era Tala, ya no estaba tan lejos y más por la descripción de unos lonches planchados que allá hacen y que bien valía la pena llegar a probarlos, por lo que arrancamos.

En esta parte, una compañera se ponchó y detuvimos para auxiliarla, en la platica y cambio de la llanta, y devorados por los moscos, pero todo en un ambiente padre de intercambio de experiencias y anécdotas por parte de los participantes.

Continuamos el camino y por fin llegamos, nos adentramos hacia el centro de Tala y ahí estaban los famosos lonches, nos sacrificamos y en mi caso con uno de panela y una agua mineral, siendo similar por los demás ciclistas.

Una vez que desayunamos, nos trasladamos a la plaza principal por la foto del recuerdo y en las letras de Tala y comenzó el regreso, provisionando compañeros con agua y habiéndonos el comentario de reabastecernos bien con liquidos, ya que el sol estaba fuerte y el camino de regreso estaria la mayor parte soleado y seria en ascenso. 

Nos volvimos adentrar en el bosque, tomando una ruta alternativa para hacerlo un poco más transitable para el beneficio de los participantes. Llegando a obsidianas pensé que todo el descenso que habiamos realizado por la mañana lo haríamos hacia arriba y pues a darle poco a poco.

Iniciamos la ruta, en su caso me uní en la marcha con la compañera Alexa,  quien con su paso llegamos a la cima entre porras y muchos ánimos. 

El calor está en  su punto, pero no fue limitante para continuar y continuar. Poco a poco se irían consumiendo los liquidos, a la mitad del ascenso se optó por cortar un tramo de camino y bajar por una ruta técnica en cuanto a descenso pero no pasó que en algún punto me bajé de la bici y continuar, a las 2 terceras partes sentí al tomar agua que ya se me estaba terminando por lo que opté con aguantar lo mas posible y continuar.

En este punto que hicimos reagrupación, los comentarios más sobresalientes eran el reabastecer liquidos, pero en especial llegar a los cocos y más con una agua mineral asi como el tiempo que nos esta consumiendo, de lujo pero la realidad era que aun nos faltaba algo de camino. iba con la idea de llegar a los cocos y más ganas, pues se me había terminado el agua que llevaba. A lo lejos escuchamos ruidos parecidos al sonido de cuando parten un coco, y dedujimos que habiamos llegado a tan mencionado lugar, pero no siendo asi resulto que unas personas estaban vendiendo raspados y los compañeros que llegaron antes ya se encontraban degustando de un buen raspado. El objetivo fue preguntar si se vendían agua, a lo una señora nos dijo que si, que podíamos tomar de los garrafones y cooperarle, a lo que posteriormente hasta comida les ofrecieron a algunos de los compañeros. 

En pocas palabras fue un oasis por el calor tan fuerte que se sentia, al termino ya se ubicaba lo que hacía falta de camino por lo que nos encausamos hasta Los Postes, lugar de reunión de esta aventura y retornar a casa, por lo que la experiencia fue excelente, a todos gracias siempre…..

Por Rafael Ávila González 

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