A finales del año 2022 ya se comenzaba a planear lo que sería la temporada de rodadas de novatos, a lo cual Carlos Ibarra me hizo la invitación para participar como padrino, acepté con mucho gusto y sin duda alguna con mucha emoción de poder participar como apoyo.
Mientras se planeaban las rutas también se daba a conocer que durante ese tiempo ya se habían inscrito alrededor de 130 participantes, sí me impresionó la cantidad de ciclistas. Se acercaba la fecha de dar inicio con las rodadas por lo que una semana antes realizamos una ruta con los participantes que apoyaríamos como padrinos, ahí mismo se dieron indicaciones de cómo se organizarían los equipos, además de algunas indicaciones que se recomendaban dar a los novatos, como ajustes de la postura tanto del ciclista y como de la bicicleta.
Pues se llegó la fecha de dar inicio con las rodadas pero por algunas circunstancias no pude asistir a las 2 primeras, si me sentí un poco triste de no poder ir, pero sin duda alguna me sentí muy emocionado al ver las fotos y observar la cantidad de ciclistas que acudieron, gran respuesta de los nuevos ciclistas tanto en la ruta del “Diente” y “Obsidianas”.
Por fin para la tercera rodada estaba listo para participar, emocionado y a la vez nervioso. Días antes el buen Francisco Román, quien también participa como padrino y además de pertenecer al equipo Amarillo, sin duda alguna el equipo más chingon de todos, me preguntó que si asistiría el domingo 29 a la ruta de La Vega a los cual le dije que sí, y que si había la posibilidad de darme “aventón” , pues ya todo listo para la ruta del domingo.
Domingo 29 de Enero del 2023:
Una mañana muy fría, pero listos desde las 5:00 de la mañana preparando todo para salir de mi casa y llegar a la casa de Román, quien me iba a dar “rait”, durante el camino iba un poco nervioso porque sabía que iba a ser una rodada diferente a las demás, antes de llegar al primer punto de reunión pasamos a recoger a un novato. Ya en el punto de reunión que fue en el Chedraui de Av. Vallarta me sorprendió ver un buen número de ciclistas, ahí fue el punto para organizarnos y hacer el acomodo tanto de ciclistas como de sus bicis, todo listo y todos acomodados, sin más partimos al punto de reunión oficial que sería la estación de La Vega.
Llegando al punto de reunión, mi asombro iba creciendo al ver tantos participantes, si bien al principio no se veían tantos, por lo dispersados que estaban, al momento de reagruparnos se veía ya un buen número de ciclistas, listos para dar inicio a la ruta que sin duda no sería nada sencilla, que hasta para este servidor que está escribiendo está crónica, le resultó un poco cansada y extensa esta ruta, pero sin duda maravillosa, con buenos paisajes, un cambio constante de caminos entre terracería, carretera y calles de los poblados.
Al reunirnos en equipo (equipo Amarillo, el mejor), yo observaba a los participantes del equipo para de alguna forma memorizar sus caras ya que iría de barredora y no perder a nadie de vista en dado caso que alguien se retrasara o tuviese alguna falla con su bicicleta. El buen Jona se encargó de dar las indicaciones, los novatos muy atentos en todo momento en cuanto a indicaciones, la madrina Alma dio inicio con unos ejercicios de calentamiento previo a dar por iniciada la rodada.
Al dar las 9:00 a.m. Juan de Dios, quien se encargaría de dirigir esta ruta, dio las últimas indicaciones para comenzar, que sería el destino los Guachimontones.
Durante la Ruta iba de barredora junto con El buen Francisco, con quien íbamos observando y dando indicaciones de hacer los cambios de la bicicleta durante las subidas, además de algunas otras observaciones, como postura. Me sorprendió ver el ritmo de los participantes que sin duda iban a un excelente ritmo. Durante el trayecto tuvimos que detenernos por algunas ponchaduras y una que otra falla mecánica de las bicicletas. Desde el punto de vista en el que iba que sería la cola del grupo me maravillaba al observar gran contingente ciclista que se apoderaba de la carretera era como observar una gran ola durante las subidas con tan gran número de ciclistas, creó que hasta las personas que pasaban por ahí se quedaban asombradas de ver a tantos.
Al llegar a Los Hervores, los ánimos aún estaban al 100, tanto de los novatos como de los padrinos, sin duda un buen punto para detenernos, unos aprovecharon para tomar fotos, otros para descansar un poco y otros para comer un snack.
Al tomar la primera brecha nos demoramos un tiempo al esperar que terminaran de parchar una llanta, más de la mitad del grupo se adelantó en lo que esperábamos al grupo que se quedó auxiliando al que se había ponchado. Ya reunidos dábamos marcha para continuar lo cual un miembro del equipo amarillo se percató de que su llanta se había desinflado, avanzamos un poco pero al final fue mejor hacer el cambió de cámara para evitar cualquier cosa, en ese lapso de tiempo transcurrido la primer parte del grupo ya se había adelantado bastante, vuelvo a mencionar que los participantes tienen un buen ritmo ya que no los alcanzamos sino hasta la plaza principal de Teuchitlan.
Eran las 12:30 aproximadamente cuando llegamos a la plaza, ya algunos habían subido a la entrada de los Guachimontones, Al subir los observé a la mayor parte del grupo descansando, comiendo e hidratándose.
Ya era tiempo de regresar y el sol no daba tregua, durante el regreso el grupo tenía el mismo ritmo, muchos con prisas de llegar y regresar al Guadalajara, durante el camino de regreso, aún se hubo algunos retrasos por algunas fallas mecánicas de algunos ciclistas, que afortunadamente no fue nada grave y todas las fallas se pudieron arreglar. Total agradecimiento a Jona que estuvo al pendiente de todas fallas que se presentaron durante la rodada y a las cuales pudo dar solución.
Mientras íbamos avanzando escuchaba por el radio a Ara, la organizadora, que un novato ya no podía más y que estaba cansada, conforme íbamos avanzando Ara pedía apoyo a Jonathan 2, del equipo rojo para remolcar al que iba cansado, mientras nos acercábamos observe a Jonathan 2 y al joven Liam, al llegar con ellos le pregunté a Liam que como iba, a lo cual me respondió: “muy cansado” y ahí me percaté de que él era el que ya le estaba costando trabajo continuar, El buen francisco lo estuvo empujando y darle apoyo para terminar la rodada. Antes de incorporarnos el grupo de apoyo que lo conformaba, Ramon, Hector, Ara, Francisco, “los Jonas”, Saul y aquí su humilde servidor, mientras se las ingeniaban de cómo continuar y apoyar al Joven Liam, se las ingeniaron con una cuerda que traía el Jona 2 para remolcar al chico, sin duda funcionó durante un buen trayecto, y así comenzamos el camino para llegar de nueva cuenta a la estación, durante ese trayecto de nueva cuenta se aplica el lema de Cámara Rodante “nadie se queda atrás”. Ya faltaban alrededor de 8 minutos para llegar a la estación de La Vega y justo se revienta la cuerda que nos servía para remolcar al Joven Liam, pues ya era mi turno y como buen Padrino apoye a Liam empujándolo para llegar al lugar, ya al momento de ingresar a las “Vías Verdes” sabíamos que ya estábamos cerca, ya al llegar a la estación la mayor parte del grupo se había ido y la familia de Liam lo esperaba. Dábamos por concluida la ruta que al final fueron 50-52 kilómetros, no había duda que si fue una ruta larga y que el sol se hacía presente pero en ningún momento los ánimos bajaron de los participantes y que muchos estaban contentos al terminar.
En resumen mi participación como Padrino en esta temporada de novatos 2023, primeramente me siento muy agradecido por la confianza de Cámara Rodante por la invitación, maravillado por la gran participación de ciclistas, asombrado por el buen ritmo que tienen y sin duda alguna por la organización. Y no queda más que felicitarlos por hacer este tipo de eventos cada año, porque los novatos de hoy son los padrinos del mañana.
Crónica por Samuel Gomez
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